viernes, 17 de enero de 2014

Un año nuevo, un renacer……no pudo empezar mejor el 2014.

El tres de Enero de 2014, un amigo me vino a buscar a casa y me hizo el mejor regalo de Reyes, me llevo a una cueva, una aventura que recibí como una niña, con nervios, entusiasmo, alegría…….gracias amigo por tu grandioso regalo. Una cueva en Llanes. Monte arriba, ya de noche en busca de la cavidad donde penetrar las entrañas de la tierra. Te metes en un sitio oscuro lleno de sensaciones únicas. Es algo que solo puedes sentir cuando te encuentras en ese aislamiento total. Y más al tener el privilegio de adentrarme en una cueva virgen. Los restos de animales sus huesos algunos ya petrificados, conchas y caracoles pétreos señales de que fue vivida, de que fue hogar; con humildad llegue a pensar que si me moría allí dentro sería un animal más de los que entraron no sé cuantos años antes a morar dentro de esta mágica cavidad, entendí y comprendí la inmortalidad, la energía del ser. Entrar en la cueva equivale simbólicamente a entrar en la parte oscura de uno mismo. Luces y sombras un mundo lleno de pasiones para mí pues me fascina. Es la iniciadora en los misterios y la caverna representa esta su dimensión interior, “uterina”, renacedora, gestante, oscura, misteriosa, pero altamente fructífera, ya que de ese nuestro interior desconocido que ella representa y gestiona, aparentemente oscuro y a menudo temible, saldrá como una estrella la luz resplandeciente, la gloria y la victoria de nuestro Niño Interior, el Yo Verdadero, que transmuta todas las penas y oscuridades en amor, bondad y belleza. Me sentí con menos miedos, fui consciente de que todo lo andado por mi vida se ponía en práctica, estaba conforme conmigo. Un lugar que me era acogedor, de una plasticidad asombrosa, de una hermosura que no se puede ni nombrar. Una sensación de renovar la vida, de volver a la tierra, decir que dentro de sus entrañas me sentí cómoda, fueron casi cinco horas que pasaron tan lentas como las de un parto, no había dolor, había agradecimiento por lo que estaba viviendo, respeto por todo lo que me pasaba, por todo lo que pisaba, una gratitud inmensa hacia la madre tierra que generosamente y en lo profundo de sus entrañas me recibía con entrañable mimo, un aire cálido, distinto era el que respiraba, asombrada por la visión que me ofrecía, todo estaba bañado en azúcar glas, formas de una estética admirable; los brillos de su suelo me hacían creer que estaba andando por las estrellas, me descalcé para tener más sensaciones, los pies posados sobre un barro finísimo, los pulsos a un ritmo lento hacían que fuera entendiendo lo que me ocurría. Y con todo esto lo sucedido doy gracias por lo que soy, por lo que tengo, por lo que doy y recibo de esta maravillosa vida y por tod@s l@s que hacen camino cerquita de mí, latiendo y respirando la vida. Cuando comprendemos nuestra esencia más personal, entonces podemos buscar un lugar en el mundo para expresarla y darla, eso es lo que intento, continuaré pues aún sigo procesando todo esto que estoy contando. Un abrazo entrañable.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Conozco eses sensaciones.ALGO MUY ESPIRTUAL. bLUE. pues ESO SALUD Y SUERTE

Anónimo dijo...

Lu dice........
Que me alegras con tus leyendas, disfrute casi como tú, espero ir pronto a verte, ya me cuentas con detalle, feliz nacimientu bruxina

Anónimo dijo...

Noelia Carvajal Ay la mi locuela...pa habenos matao

Max dijo...

Fantástico !!!!!!
Sin palabras,abrazos nuevos con una bienvenida Milady al mundo.